Conversando entre amigas, Laura (23), que trabaja en una oficina de 8 am a 5 pm, nos confesó que ni bien llega la hora de la siesta se muere de sueño y revienta de cansada. Para mantenerse en pie, dijo que siempre toma una taza grande de café, pero que luego se siente alterada.
Otra de las chicas, Julia (27), contó que ella en cambio, se afloja los zapatos después de comer, suspende la compu un rato, se pone cómoda y cierra los ojos tratando de descansar.
Los beneficios de la siesta son muchos y están científicamente comprobados. En primer lugar disminuye el estrés. Al sentirte renovada, luego de una siesta podés pensar mejor y tu creatividad aumenta. Te sentís más alerta y eso ayuda a trabajar con mayor eficacia. Además, una buena siestita permite completar tu ciclo de sueño, si por ejemplo la noche anterior dormiste mal. Lo ideal es regalarse un descanso breve, de entre 20 y 30 minutos.
Ya sabés. La próxima vez que vayas al trabajo -si tu ambiente laboral te lo permite- no olvides tu almohadita.
Otra de las chicas, Julia (27), contó que ella en cambio, se afloja los zapatos después de comer, suspende la compu un rato, se pone cómoda y cierra los ojos tratando de descansar.
Los beneficios de la siesta son muchos y están científicamente comprobados. En primer lugar disminuye el estrés. Al sentirte renovada, luego de una siesta podés pensar mejor y tu creatividad aumenta. Te sentís más alerta y eso ayuda a trabajar con mayor eficacia. Además, una buena siestita permite completar tu ciclo de sueño, si por ejemplo la noche anterior dormiste mal. Lo ideal es regalarse un descanso breve, de entre 20 y 30 minutos.
Ya sabés. La próxima vez que vayas al trabajo -si tu ambiente laboral te lo permite- no olvides tu almohadita.
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