Atrás quedaron los años en que intercambiabas papeles de carta, usabas calzas con blusas fosforescentes de una manga y veías Jugate Conmigo en canal argentino.
¿Te acordás de aquellas compañeras de colegio que hacían hasta lo imposible para que les prestaras el pony o el auto de tu Barbie? Y sí, también estaban aquellas que desde bien temprana edad solamente pensaban en el Ken, el prometido (hasta ahora no estamos seguras si se casaron, concubinaron o ya se separaron). Para ser sinceras, a algunas de nosotras siempre nos interesó apostar a lo grande y conseguir ¡la casa! de la Barbie.
Muy en el pasado están guardadas aquellas escenas domésticas, filmadas con cámaras caseras, en las que remedabas a Xuxa; cantabas el Ilarilarie oh oh oh y hasta usabas esas tontas colitas altas en el pelo. Vamos, sabemos que si de de ¡oh! ¡oh! ¡oh! se trata, pues a estas alturas ya somos todas unas expertas.
Lo bueno de tener 20... y tantos, es que en esta etapa ya pasaron todos los temores de las "primeras veces". Es increíble la cantidad de estrés post traumático que puede aguantar una adolescente después de tantas primeras veces. La primera vez que te besa un chico, la primera vez que hacés el amor, la primera vez que tu amiga te quita el novio, la primera vez que tus padres te castigan por llegar tarde en la madrugada, la primera vez que chocas el auto, y así...Por suerte, todas estas cosas ocurrieron hace rato, allá por los noventas y comienzos del nuevo milenio.
Cuando una mujer ingresa a su tercera década de vida es momento de ¡celebrar! Es el comienzo de una era de goce, autodescubrimiento, diversión y -por sobre todas las cosas- de crecimiento.
Este blog está pensado para todas aquellas ladies, que como sus autoras, están peregrinando por su mágico ciclo de 20... y tantos.
¡Bienvenidas!
¿Te acordás de aquellas compañeras de colegio que hacían hasta lo imposible para que les prestaras el pony o el auto de tu Barbie? Y sí, también estaban aquellas que desde bien temprana edad solamente pensaban en el Ken, el prometido (hasta ahora no estamos seguras si se casaron, concubinaron o ya se separaron). Para ser sinceras, a algunas de nosotras siempre nos interesó apostar a lo grande y conseguir ¡la casa! de la Barbie.
Muy en el pasado están guardadas aquellas escenas domésticas, filmadas con cámaras caseras, en las que remedabas a Xuxa; cantabas el Ilarilarie oh oh oh y hasta usabas esas tontas colitas altas en el pelo. Vamos, sabemos que si de de ¡oh! ¡oh! ¡oh! se trata, pues a estas alturas ya somos todas unas expertas.
Lo bueno de tener 20... y tantos, es que en esta etapa ya pasaron todos los temores de las "primeras veces". Es increíble la cantidad de estrés post traumático que puede aguantar una adolescente después de tantas primeras veces. La primera vez que te besa un chico, la primera vez que hacés el amor, la primera vez que tu amiga te quita el novio, la primera vez que tus padres te castigan por llegar tarde en la madrugada, la primera vez que chocas el auto, y así...Por suerte, todas estas cosas ocurrieron hace rato, allá por los noventas y comienzos del nuevo milenio.
Cuando una mujer ingresa a su tercera década de vida es momento de ¡celebrar! Es el comienzo de una era de goce, autodescubrimiento, diversión y -por sobre todas las cosas- de crecimiento.
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